viernes, 13 de noviembre de 2009

Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta

Idioma original: español
Año de publicación: 1886-7
Valoración: Imprescindible

Tengo que empezar diciendo que Galdós no era, hasta hace bien poco, un autor por el que tuviera especial predilección. De hecho, si me hubieran preguntado hace cosa de un mes, habría dicho que Clarín es muy superior (aunque su obra narrativa sea mucho más breve), y que nada de lo que escribió Galdós se acerca ni con mucho a La Regenta. Había leído varias novelas galdosianas -Doña Perfecta, La de Bringas, Misericordia, Marianela-, y ninguna de ellas me había terminado de convencer: no me terminaba de gustar la manía de Galdós de meterse en medio de la acción, en modos más o menos sutiles, ni su forma de dejar tan claras sus simpatías y antipatías por los distintos personajes.

Y entonces empecé a leer Fortunata y Jacinta, con algo de escepticismo y un poco de pereza -por el volumen, más que nada-. Y mi veredicto es: ¡vaya novelón! Novelón en todos los sentidos: por sus mil y pico páginas, por su argumento digno de un culebrón de sobremesa, pero sobre todo por el impresionante universo humano, social e histórico que contiene. El argumento, como digo, es folletinesco: se basa en un triángulo amoroso entre Juanito Santa Cruz (un burgués bon vivant de los que debían de abundar en el Madrid de la época), Jacinta (otra burguesa, algo ingenua y soñadora, tan buena que a veces es tonta) y Fortunata (perteneciente al "cuarto estado", huérfana sin oficio, beneficio ni apellido que se le conozca, apasionada, compleja, torturada). La novela cuenta entonces los ires y venires de Juanito ("el Delfín") entre la comodidad del lecho conyugal, y la seducción pecaminosa del adulterio. Y entre tanto hay maridos cornudos; hijos vivos, muertos y falsos; discusiones de café, cambios de régimen... Amar en tiempos revueltos, vaya.

Francisco Caudet, el autor de la introducción de Cátedra que estoy leyendo, propone una lectura interesante de la novela: una lectura alegórica según la cual Galdós está retratando, a través de los personajes principales, los vaivenes de la España de la época entre el progresismo -y el republicanismo- (Fortunata representaría al "pueblo", al proletariado, los sectores más progresistas de la sociedad) y la moderación liberal de la Restauración (Jacinta, ejemplo típico de burguesa, representaría esta opción). España, como Juanito Santa Cruz, tiene sus "fiebres de guerra y de paz".

A mí, personalmente, lo que más me ha gustado de la novela es cómo maneja Galdós los tiempos y las tensiones de la obra. Durante toda la primera parte, a Fortunata sólo la vemos una vez: en el rellano de una escalera, comiéndose un huevo crudo y enamorando perdidamente a Santa Cruz; pero aunque esté ausente, su figura condiciona toda la trama, y estamos deseando verla aparecer otra vez, seductora y vulgar a partes iguales. El resto de la novela gira en torno a Fortunata, pero sobre ella pesará siempre la sombra de Jacinta -modelo de una honradez a la que Fortunata aspira- y sobre todo de Santa Cruz -el amor invencible de Fortunata, porque «querer a quien se quiere no puede ser cosa mala».

Podría seguir hablando más de la novela: de la "galería de personajes" (todo un tópico) que aparecen en cafés, comercios y reuniones sociales de mayor o menor "tono" -algunos de ellos, personajes de otras novelas de Galdós, que creó todo un mundo ficticio a lo Balzac-; de la habilidad con que se entremezcla lo individual y lo social, lo anecdótico y lo histórico; o la gracia con la que se retrata la manera de hablar de los distintos personajes -los diálogos de enamorados cursis de Jacinta y Juanito son impagables-. O podría decir, por ejemplo, que por una vez no me han molestado las intrusiones del narrador, que de vez en cuando se dirige al lector o comenta la acción (no sé si porque estas intrusiones son más sutiles que en otras novelas, o porque se disimulan mejor en medio del conjunto...).

En fin, ¿se nota que me ha encantado?

Otros libros de Benito Pérez Galdós en ULADNazarínTrafalgar, Torquemada en la hoguera, La sombra

4 comentarios:

-- marcaching -- dijo...

Se nota que te ha encantado, y lo has dicho tan claro que has logrado interesarme tanto como para leerlo. No tenía yo a Galdós para mi lista futura. Gracias.

Guillermo Gómez dijo...

Vaya, Santi, yo tengo la misma sensación sobre Galdós que tenías tú antes de leer "Fortunata y Jacinta". Así que tendré que ponerme a leer este libro a ver si supero mi cierto rechazo a Galdós.

dorisnia dijo...

buscaba en internet noticias sobre la novela, porque tengo que hacer un examen sobre esta obra (soy italiana y estudio literatura espanola). La he leido (en espanol) y tengo que decirte que condivido plenamente tu comentario..la novela es increible y perfecta en sus mil y tantas paginas.Hasta luego.

Anónimo dijo...

La acabo de terminar y aún estoy saboreando el maravilloso festín que ha supuesto leer esta novela, una novela que cuesta, no te la regalan, es como subir una cumbre donde uno se va encontrando de todo y todo bueno, muchas veces me he reído, he llorado y sobre todo me he maravillado de la capacidad y el talento de Galdós. Magnífica.