domingo, 30 de enero de 2011

Philip Roth: Indignación

Idioma original: inglés
Título original: Indignation
Año de publicación: 2008
Valoración: Se deja leer

Está claro que nadie puede ser genial en todo momento (hay un adagio clásico que dice que "también Homero se duerme algunas veces"), y ya había leído, hace poco además, que últimamente Philip Roth estaba publicando demasiado. Yo me resistía a creerlo, porque casi todo lo que había leído de él (Me casé con un comunista, La mancha humana, Everyman o incluso la desternillante El lamento de Portnoy) me había gustado; la única excepción, hasta ahora, era Sale el espectro, que me pareció muy irregular. Bueno, pues Indignación hace que me una a quienes dicen que, efectivamente, Roth ha publicado novelas muy por debajo de su mejor nivel; y esta es, definitivamente, una de ellas.

Y eso que en el centro de la novela hay una imagen, o mejor dicho, una metáfora, con mucha fuerza: el personaje protagonista es hijo de un carnicero kosher (recordemos que según el rito kosher los animales deben desangrarse completamente antes de morir) que en su segundo año de universidad conoce a una chica con una llamativa cicatriz en su muñeca (una relación metafórica entre suicidio y carnicería que el narrador hace explícita hacia la mitad del texto). Añádase a esta imagen un contexto histórico (la Guerra de Corea), algo de sexualidad explícita (una buena parte de la novela gira en torno a una mamada) y algunos conflictos familiares bastante estereotípicos, y ya está, ya se tiene una idea de los ingredientes básicos de este libro.

Como novela, Indignación es bastante aburrida, y lo que es peor, sin asomo de la profundidad de las obras maestras de Roth. Pero donde más patina es en la parte final: si las penurias familiares, eróticas y universitarias del protagonista no son ni divertidas ni originales ni profundas, las pocas escenas en que se describe un primer chispazo de revolución sexual en el campus (¿será un paralelismo con el despertar sexual del propio protagonista? Oh, Philip, Philip, qué cosas se te ocurren a veces), resultan totalmente incongruentes. Y por si fuera poco, la novela termina poco después, de manera brusca, truncada, incomprensible, dando la impresión de que el autor se cansó de ella y decidió meterle lo que en argot taurino se denomina un "bajonazo".

En fin, si esta fuera la primera novela de un autor desconocido a lo mejor no habría sido tan crítico con ella; viniendo de un autor que es ya un eterno candidato al Nobel, es desde luego una buena decepción.

También de Philip Roth en ULAD: El animal moribundo, La conjura contra AméricaElegíaLa mancha humanaNémesisPastoral americanaEl lamento de PortnoyEngañoLa humillaciónGoodbye, Columbus

4 comentarios:

Montuenga dijo...

La he terminado hace un rato y, la verdad, me ha gustado mucho. Pienso que retrata muy bien el carácter pacato de algunas sociedades, de una época concreta en este caso (aunque la actual tampoco se queda corta, tanto aquí como allí), y lo mal que le va a la gente sincera que, en lugar de acoplarse al rebaño, trata de pensar por sí misma. La tragedia final, interpreto, es una metáfora de la que se produce en la vida de esos espíritus libres.

Los dos grandes hallazgos que encuentro son, en mi opinión, el original punto de vista que se adopta y esa tremenda escena en la que se narra la primera visita del prota al despacho del decano.

Es cierto que el final pierde bastante porque esa segunda parte es demasiado corta, simplifica mucho, puede que tengas razón y que Roth estaba deseando acabar. Pero hasta ahí todo me ha parecido estupendo.

Santi dijo...

Un síntoma de lo poco que me gustó este libro, es que no acuerdo prácticamente de nada... :P Sé que la reseña es mía porque aparece mi nombre al final, pero si me dices que es de Izas, me lo creo...

El Puma dijo...

Leí Indignación en 48 horas. Ayer la terminé.

Me pareció excelente. Original. Trágica. Cuántos Marcus Messner mandó al matadero el Tio Sam en sus más de 200 años de vida?

Habiendo leído una decena de obras de Philip Roth, esta no me parece de las peores, de ninguna manera. Corta y contundente, la disfruté de principio a fin.

Santi dijo...

Bueno, pues parece que fui el único al que este libro le pareció una insulsez trivial :) Me alegro por Roth, porque personalmente no me ha gustado ninguno de los libros que ha publicado últimamente...