martes, 5 de mayo de 2015

Nelson Rodrigues: Vestido de novia

Idioma original: portugués
Título original: Vestido de noiva
Año de estreno: 1943
Valoración: Muy recomendable

Probablemente los lectores españoles de este blog no conoceréis a Nelson Rodrigues; quizás los lectores hispanoamericanos tengáis más suerte y hayáis oído su nombre o incluso hayáis visto representada alguna obra suya. En España solo se han publicado sus relatos, pero no sus obras de teatro, aunque me consta (porque el director y traductor es amigo mío) que algunas piezas han sido representadas por una compañía de teatro universitario de Granada.

¿Y por qué deberíais conocer a Nelson Rodrigues? Pues porque es el gran renovador del teatro brasileño del siglo XX: quien sacó al teatro de su país de los límites estrechos de la comedia burguesa de costumbres y lo abrió a la modernidad y el modernismo, introduciendo técnicas y temas novedosos e "incómodos" como la violencia, el sexo o la corrupción política. He leído casi seguidas dos obras suyas, esta y Viuda pero honesta, pero me decido a reseñar esta primero por un motivo muy simple: esta fue la primera obra que le dio fama a Nelson Rodrigues y lo consagró como dramaturgo en su país.

El argumento desnudo de la obra es relativamente simple y tópico:Alaíde, una chica joven de clase alta, muere atropellada en las calles de Río de Janeiro, y en los momentos anteriores a su muerte reconstruye los conflictos amorosos con su hermana Lucía, que está enamorada de su marido, Pedro. Al mismo tiempo, recuerda también la vida de una madame de principios del siglo XX, Madame Clessi, que fue asesinada por un joven amante y enterrada con su vestido de novia.

Lo original por lo tanto no está en la historia, sino en la escenografía y en la disposición de la trama. El escenario se divide en tres espacios: el espacio de la realidad (en el que Alaíde es atropellada y operada a vida o muerte, y en el que la noticia se difunde rápidamente por la ciudad); el espacio de la alucionación (en la que Alaíde, muerta o moribunda, reconstruye progresivamente su vida y dialoga con Madame Clessi, también fallecida) y el espacio de la memoria, en el que se representan algunos momentos de la vida de Alaíde, y en particular el día de su boda, en el que se hizo manifiesto el conflicto con su hermana Lucía por el amor de Pedro.

Es esta peculiar construcción del espacio escénico, y también de la narrativa teatral, la que confiere su originalidad a Vestido de novia. No es difícil compararla con Muerte de un viajante, que, sin embargo, se estrenó seis años más tarde, en 1949. Es cierto que el conflicto principal carece, en esta obra, de la amplitud casi mitológica que terminó teniendo la de Miller, pero se intuyen ya algunos de los temas que Nelson Rodrigues desarrollaría en sus obras posteriores: la sexualidad, el engaño, la hipocresía burguesa...

Quizás me anime a escribir también una reseña de Viuda pero honesta, una obra con algunas similitudes técnicas con Vestido de novia, pero un tono burlesco bien diferente. Si no, lo siguiente que haré será leer alguna de sus "tragedias cariocas", como El beso en el asfalto, Toda desnudez será castigada o Bonita pero vulgar. Y luego os cuento.

7 comentarios:

Alejandro L. Lapeña dijo...

Te recomiendo encarecidamente que leas «O beijo no asfalto», para mí una de las mejores obras de teatro jamás escrita. Enhorabuena por la reseña, Santi. (Y por la publi) :-)

Anónimo dijo...

Un viaje a lo más recóndito del pesimismo que subyuga al alma, prisionera del desencanto vital. Ciertos resabios kirkegaardianos. ¿Lo habéis pensado? Si David Lynch escribiera dramaturgia (aunque también N. Rodrigues abarcó otros géneros) se personificaría en este gran autor brasileño tan controvertido.

Interesante artículo el que publica Carla Guimaraes sobre el desagrable Nelson Rodrigues. Cf.
http://www.culturamas.es/blog/2011/01/26/el-desagradable-nelson-rodrigues/

P.S. ¿Habéis leído "La vida tal cual es"?

Anónimo dijo...

Sería bueno que no utilizaras el término hispanoamericano ya que, aunque seguramente no es tu intención, tiene una clara connotación colonialista. Es más adecuado decir latinoamericanos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Desde el punto de vista histórico y lingüístico el vocablo latinoamericano es una falacia. Los romanos jamás llegaron al continente americano. Mucha gente desconoce la etimología de términos como latino o hispano y los usan descontextualizadamente.
¿Por qué nadie habla de África latina en relación a la Guinea española o los países africanos de habla portuguesa o francesa.

Portugal, Francia y España son países latinos (en su momento colonizadores), pero en sentido propio no existe Latinoamérica. Roma estaba circunscrita a la región lacial. Sólo los países de órbita e influjo directo de la romanización reciben adecuadamente la consideración de latinos. Dicho lo cual, es un blog literario. Por favor no hagas politología del mismo. Disfruta de los libros y del esfuerzo de todo este equipo de la ULAD. La literatura, las artes en general son lo mejor de cada nación. No hagas lecturas prejuiciosas de las reseñas, por favor.


Santi dijo...

Sin querer entrar en debates semánticos e ideológicos que nos alejan demasiado del pobre Nelson Rodrigues, aclaro que suelo ser cuidadoso en distinguir cuándo me refiero a Hispanoamérica (o sea, los países americanos en los que se habla mayoritariamente español) y Latinoamérica (que también incluye Brasil, por ejemplo).

En este caso me estaba refiriendo explícitamente a los lectores de los países americanos de habla hispana, porque está claro que para los brasileños Nelson Rodrigues no debe ser ninguna novedad...

Jáder Santana dijo...

Excelente recomendación, Santi! Soy brasileño y acompaño al blog todos los días. Es siempre una linda sorpresa encontrar algo de mi país por acá! Un abrazo desde Brasil!

Santi dijo...

¡Qué bueno tener lectores en Brasil! ¡Me alegro de que te guste el blog, y la reseña de Nelson! Gracias por pasarte por aquí, y por comentar...